Pero: Mi abuela, una mujer de 78 años que no puede caminar bien, ayer fue a votar. Bajó las escaleras, camino SOLA hasta el colegio, y volvió tal cual como salió. Todo para defender sus convicciones.
No me importa lo que piensen, ni si les importa o no. Pero yo amo a mi abuela con toda mi alma.
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